Viaje misionero ✈️
Mi Primer Viaje Misionero: De los Planes Rotos a un Testimonio Inesperado Nunca había ido a un viaje misionero, y solo por ser el primero, ya lo hacía algo especial. Pero, como en todo viaje, siempre hay sorpresas que nos desafían. Resulta que, por un error mío perdí mi vuelo (¡quién compra un vuelo sin seguro, verdad? 😅). Y para recuperarlo, me pedían el doble. En ese momento, mis expectativas estaban por las nubes, pero ¡pum! Un golpe directo al corazón. No me rendí, porque sabía que algo grande iba a pasar. Llamé a la aerolínea, y me dijeron que no había forma de conseguir otro vuelo. Eso fue como un balde de agua fría. Pero no me dejé vencer. Intenté de nuevo, y esta vez me dijeron que podría enviarlos un correo explicando la situación. ¡Y taran! Me dieron un vuelo nuevo, y ya podíamos abordar el avión. Nos emocionamos un montón, ¡por fin estábamos en camino! Pero justo cuando pensábamos que todo iba bien, el pastor nos llamó y nos dijo que, por el retraso, no podríamos participar...