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Mostrando las entradas de mayo, 2025

Dios está allá. Dios estuvo ahí. Y también está aquí.

Si te dijera que hay una versión de ti, dentro de 10 años, que daría lo que fuera por volver aquí… a este preciso momento… ¿me creerías?🤔 Ese día que hoy te parece “normal”, esa temporada en la que solo estás esperando que pase algo, ese momento que te tiene frustrad@ o agotad@… ese instante tiene más de Dios de lo que imaginas. Porque sí… Dios también está en las pequeñas cosas. En ese mensaje que llegó justo cuando más lo necesitabas. En una sonrisa que te hizo respirar hondo. En el abrazo que te recordó que no estás sol@. En los cinco minutos de paz que parecen poco, pero son tesoro. Porque incluso en el simple acto de respirar, estamos diciendo Su nombre en hebreo, YHWH — el que es, el que era, el que será. Cada aliento es una declaración de Su presencia en nuestra vida. Hasta en la nieve, que cae suavemente del cielo, Dios se manifiesta. La nieve tiene una perfección única, cada copo es un reflejo de Su diseño, y como dice la Biblia en Job 38:22-23: "¿Has entrado tú en los t...

Lo que no piensas

 ¿Sabías que tienes pensamientos que no piensas?😱 Sí... así de loco como suena. Eso es el subconsciente. El subconsciente es como una cajita escondida en tu mente donde guardas emociones, recuerdos y heridas que tú crees que superaste… pero que siguen ahí, influyendo en cómo vives, decides y sientes. Yo crecí pensando que no me faltaba nada. Pero el subconsciente no se engaña tan fácil. Ahí estaba guardado un vacío: el de no haber tenido una relación de madre e hija como se supone que debía ser. Amo a mi mamá, hablamos mucho, pero no crecí con ella. Y aunque creí que eso no me había afectado… con el tiempo me di cuenta que buscaba esa figura materna en muchas mujeres de mi vida: amigas, líderes, cualquier persona que me hiciera sentir vista, querida, protegida. Pero en medio de ese vacío, hubo una luz que brilló fuerte. Mi abuela María. Ella llenaba ese espacio que mi mamá no pudo ocupar. Me cuidaba, me daba amor, me hacía sentir segura… como solo una abuela con alma de madre pued...

Antídoto

Antídoto Durante mucho tiempo no me alejé de personas tóxicas. Al contrario, cada día tomaba un sorbo más de su veneno. Hablaba con amigas sobre un proyecto, una idea, un sueño… y ahí venían los comentarios: "Eso no se puede", "Vas a fracasar". Y lo peor es que me lo creía. Me desanimaba tanto que terminaba soltando todo. Pero un día desperté. Entendí que yo no soy lo que otros opinan. Yo soy lo que Dios dice que soy. “Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios…” — 1 Pedro 2:9 Una vez, una niña le preguntó a su maestro: — ¿Cuántas faltas de respeto tengo que soportar antes de alejarme de un amigo o familiar? Y el maestro le respondió: — ¿Cuánto veneno necesitas tomar hasta morir? Eso me hizo pensar… ¿cuánto veneno emocional he estado tomando sin darme cuenta? Si supieras lo valioso que eres para Dios, dejarías de aplazar tus ideas, tus metas, tus sueños… Dios te los entregó por una razón. Liberate de los consejos de l...